Título: Lola y el chico de al lado
Título original: Lola and the boy next door
Autora: Stephanie Perkins
Editorial: Plataforma Neo
ISBN: 9788415750536
Para la diseñadora de moda en ciernes Lola Nolan, las prendas de ropa más llamativas, más brillantes, más divertidas, más salvajes, siempre son las mejores. A pesar de su estilo extravagante, Lola es una hija ejemplar y una buena amiga, y tiene grandes planes para el futuro. Todo en su vida parece bastante perfecto (incluso su guapísimo novio roquero) hasta que los gemelos Bell se mudan de nuevo a la casa de al lado.
Cricket Bell ha vuelto y quiere arreglar los problemas del pasado. Y Lola deberá reconocer sus verdaderos sentimientos hacía él.
Luego de leer Un beso en París, estaba muy emocionada de leer su secuela, Lola y el chico de al lado. Si con el anterior, tenía las expectativas altas, con este las tenía al triple. ¡Y no me decepcionó! Sinceramente, amo como Stephanie Perkins escribe. La manera en que describe es muy realista y de alguna manera logras conectarte con alguno de los personajes.
La trama comienza unos meses después del primer libro, esta vez se desarrolla en San Francisco y tenemos otros personajes principales. ¡Pero que no cunda el pánico! Habrá muchas apariciones especiales de Anna y el encantador St. Clair y aparecen mucho antes de lo que esperaba. Nuestra protagonista principal es Lola Nolan, una chica que no cree en la moda sino en disfraces. Tiene un novio roquero mayor que ella (tiene 22 y ella 17) y sus padres no les simpatiza la idea.
Algo que quiero destacar sobre Lola, es que ha crecido dentro de un entorno familiar "no normal" por la sociedad ya que sus padres son una pareja de gays, pero a pesar de ello, a ella le da igual. De hecho, aclara que ningunos de ellos es "la mujer", sino que solo son dos hombres que se aman y punto. Fue un detalle que me gustó para eliminar los estereotipos.
Lola siente que la vida que lleva es prácticamente perfecta y por ello eso es feliz. Pero su felicidad peligra ante el regreso de dos personas a quien menos deseaba ver, sus antiguos vecinos de la casa de alado, los gemelos Cricket y Calliope Bell. Especialmente a Cricket, ya que ambos tienen asuntos pendientes de los que no han podido superar.
Cricket me conquistó con su simpleza. Es un personaje muy tierno y tímido, no como se ve en otras novelas donde el chico es todo un guapote y las chicas andan tras él. Él en particular me cautivó, amé como se ponía nervioso ante la cercanía de Lola. Sin embargo, odié que siempre estuviera al pendiente de su Calliope, okay entiendo que sea su gemela, pero existen límites. Pienso que ella tiene problemas serios en cuanto a su comportamiento, que aunque se explique al final, sigue sin parecerme normal.
También amé a los personajes secundarios, excepto a Max, el novio de Lola. A pesar de que éste le decía que la amaba, siento que simplemente era una atracción, ósea, que se gustaban. Y que él estaba con ella por obligación o algo así, no logré conectarme ni a entender sus motivos. Solo sé que es un idiota.
Otra cosa que me gustó es que Lindsey, la mejor amiga de Lola, aporta mucho a la historia. Es un elemento a favor porque últimamente para ser usual que, en otras novelas, este papel tiende a ser muy plano y solo está por aparecer.
Las apariciones de Anna y St. Clair también influye, a su manera, la historia. Me daba nostalgia verlos e inevitablemente quería saber más a fondo cómo son sus vidas, no me culpen, me encariñé mucho con ellos en Un beso en París.
Por otro lado, este libro tuvo el mismo fallo que con Un beso en París, y es que al final es muy predecible. Ahora me doy cuenta el problema es con la autora, ella sí que sabe como narrar y
desarrollar, pero falla llegando al desenlace porque se puede prever como se termina.
Dejando eso fuera, la historia me pareció muy, pero muy real. No puedo dejar de repetirlo, pero es que no son los típicos personajes perfectos, sino que son como deberían ser, humanos con sus defectos y virtudes. Y lo mejor fue que podemos
apreciar la evolución de Lola durante todo el libro. Porque al principio me fastidiaba un poco las cosas que hacía, pero ya luego va aprendiendo de sus errores.
apreciar la evolución de Lola durante todo el libro. Porque al principio me fastidiaba un poco las cosas que hacía, pero ya luego va aprendiendo de sus errores.
Si bien Lola y el chico de al lado tiene un trama más maduro que el de Un beso en París, no puedo decir cual es el mejor porque los personajes y las historias son totalmente distintos, pero lo que sí puedo asegurarles es que, con palabras sencillas, Stephanie Perkins te envuelve sin que puedas aburrirte.
Stephanie Perkins nació en Carolina del Sur, creció en Arizona y fue a la universidad en San Francisco y Atlanta. Siempre ha trabajado con libros: primero como librera, después como bibliotecaria y ahora como escritora de literatura juvenil. Siempre le gustó contar historias, pero, incluso después de hacer un curso de escritura creativa, pasaron años antes de que se decidiera a hacerlo. En la actualidad vive en las montañas de Carolina del Norte con su marido, sus dos perros y su gato.
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